"El mercado de La Ribera es el gran centro de salud de Bilbao porque vendemos alimentos frescos a diario"
TAMARA DE LA ROSA
Jon Ander Ibarra Prte. de los comerciantes de La Ribera Mariano Gómez Presidente de la asociación Slow Food Miguel Ángel Gómez Asociación Gazteleku Marta Pastor Comisión Anti-Sida Sabin Anuzita Concejal de Salud y Consumo Juana MAri Saenz Asociación Asebi Inés Orella Asociación Asebi
BILBAO. El ámbito de la salud les une. Bien sea en el terreno escolar, en el de la alimentación, en el de la enfermedad o en el terreno de la drogodependencia y el alcoholismo. Por eso, Sabin Anuzita, concejal del área de Salud y Consumo, se reúne con Miguel Ángel Gómez, de la asociación Gazteleku; Mariano Gómez, de Slow Food; Marta Pastor, de la Comisión Anti-Sida; Juana Mari Saenz e Inés Orella, de la asociación Espina Bífida e Hidrocefalia, Asebi, y Jon Ander Ibarra, presidente de los comerciantes del mercado de La Ribera.
Todos comparten una conversación que pronto se inunda de buenas palabras y felicitaciones. Las asociaciones sienten el «cariño» del área que encabeza Anuzita «más que nunca». «Siempre que llamas, están y responden», comentan. Algo a lo que, según aseguran, «no están muy acostumbrados».
Tras los agradecimientos comienzan a meterse en materia. El terreno de la salud escolar es su primer objetivo. Y es que todos los colegios públicos de Bilbao cuentan con un médico y una ATS cada semana para atender a los más pequeños.
Miguel Ángel Gómez: Este área tiene una gente muy currela, muy cercana, y eso transmite. Su labor en los colegios, su presencia, es bastante importante. Tienen muchas campañas específicas, incluso hay derivaciones que nos han llegado a Gazteleku a través del servicio de Salud Escolar. Se nota una preocupación por su trabajo y por la gente a la que dan servicio.
Juana Mari Saenz: Cada uno recibe lo que da. Y, en este caso, a pesar de las inclemencias económicas que hemos tenido, hay que reconocer que, cada vez que desde las asociaciones llamamos al área, están. Y no estamos acostumbrados a eso.
Sabin Anuzita: Ahora somos uno de los pocos municipios en los que se mantiene un servicio de Salud Escolar con médico y ATS en todos los centros públicos y hay una revisión periódica. Esta es una forma de abrir nosotros camino a diferentes asociaciones como Slow Food, para que los pequeños vayan al mercado de La Ribera y vean lo que se hace en el ámbito de la salud, aunque eso igual está más ligado a la nutrición.
Mariano Gómez: Yo creo que son dos conceptos unidos. Lo que se hace en los colegios son programas para educar, para evitar que no acabemos todos globalizados comiendo hamburguesas y panga vietnamita y reflexionar sobre por qué hay que comprar determinados alimentos que vienen envasados en plásticos.
Juana Mari Saenz.: Es educar en la salud.
I.U.: Estamos hablando de salud y de nutrición. A los niños les estamos metiendo combustible como si fueran máquinas de energía. Eso no es saludable y eso lo tiene todo el mundo claro. Queremos despertar en los niños los olores, los sabores tradicionales, lo que hacían las amamas en los caseríos. Eso puede ser divertido, es ameno, es nutrición pero, sobre todo, es salud.
Jon Ander Ibarra.: Nosotros somos el auténtico centro de salud de Bilbao porque vendemos salud todos los días. La gente consume salud en los mercado con el consumo de alimentos frescos.
S.A.: (Divertido) Me gusta eso de que los mercados son centros de salud.
J.A. I.: Es bueno que el área de Salud y Consumo consuma salud todos los días, poco a poco. Al final estamos haciendo comer a los niños más de lo que tienen que comer. Yo no sé si se va a hacer dieta mediterránea o dieta de Bilbao, pero al menos que consuman sano. Y a los que más saben de salud es a los que más despreciamos, que son los ganaderos, agricultores…
J.M.S: ¿Ahí no creéis que nos falta un poco de información a los consumidores?
M.M.: Información y compromiso. Estamos diciendo que cada vez tenemos menos tiempo para las comidas tradicionales, pero luego dedicamos una media de cuatro horas para ver la televisión. Es triste que no podamos dedicar más tiempo a ir a la carnicería o que a los niños les den bollería para merendar en lugar de un buen bocata de chorizo.
Inés Orella: Se descuida la alimentación porque es más cómodo comprar un bollo que partir el pan.
M.G.: Pues el área ha hecho un esfuerzo por apostar por lo local, por el mercado de La Ribera. Seguro que nuestros hijos conocen Eroski, pero desconocen los puestos de allí. Algo no estamos haciendo bien. Hay que intentar que conozcan a los carniceros, a los pescateros, a las aldeanas. Eso es cultura y es salud.
Tras visitar las obras del mercado de La Ribera centran toda su atención en su espectacular renovación. La próxima apertura del mercado más famoso de Bilbao sorprende a más de uno.
J.A.I..: Mi padre siempre decía que no iba a ver reformado el mercado nunca, porque hace muchos años que se iba a reformar y mira, ¡ya lo han hecho! Y lo reinauguramos el día 9.
J.M.S.: ¿En el puente?
S.A.: Justo después. Pretendíamos que los comerciantes pudieran empezar la campaña de Navidad cuanto antes. Pero los días posteriores a la inauguración seguirá habiendo cosas pendientes, así que espero que tanto los clientes como ellos no le saquen puntas al lápiz y pongan en valor que se ha recuperado un edificio en el que podía haber pasado una desgracia, ya que no gozaba de buena salud.
J.A.I.: Hay gente a la que no le ha gustado el color, dicen que se ha perdido el alma del mercado…¿ Cuando se hacen reformas en casa también se pierde el alma? La personalidad y el alma se lo ponemos entre todos, todos los días.
S.A.: En La Ribera, el paso más importante lo dio el Ayuntamiento cuando firmó la concesión porque la reforma era mucho barco para los comerciantes.
M.G.: Como es un centro de salud para todos (risas), sería bueno que el Ayuntamiento intente llevar a las asociaciones para incentivar las visitas al mercado. No está de más fomentar visitas mensuales para que la gente pueda acercarse a los alimentos frescos, a quienes los venden…
J.A.I.: Nosotros estaríamos encantados de mostrar nuestro trabajo a todo el muno, y a los niños en especial.
Otro tipo de salud se cuela en la sala del Edificio de la Bolsa, donde están reunidos. La salud psíquica. Las ayudas que perciben los propios enfermos, drogodependientes, alcohólicos…, y la que reciben sus familias salen a la palestra. El grupo analiza ahora los grupos de autoayuda.
S.A.: Durante el año hemos aunado criterios dentro del área. Como el Slow Food con temas de mala nutrición o la salud con los grupos de autoayuda…
Marta Pastor: Es que la salud emocional, la psicológica es la que realmente nos duele. Yo lo veo todos los días en el centro de drogodepenciancia. Y el área ha entendido muy bien nuestro concepto de salud; no sólo hay que promover el mejorar, también el no empeorar, que es uno de los grandes éxitos que podemos tener en el colectivo con el que trabajo. Se han creado redes gracias al área y a los drogodependientes ha empezado a interesarles su salud gracias a la autoayuda.
Fuente: Deia