Deia 14/06/2012:"Hemos transformado en realidad lo imaginado y creado un mundo propio"
Para el joven y virtuoso chef Eneko Atxa (Bilbao, 1977) toda innovación implica la transformación de algo. En su mundo, la gastronomía se convierte en experiencias y en un lenguaje universal que es capaz de transmitir emociones «que hablan de nosotros, de los vascos»
Ha hecho realidad su sueño (y el de muchas personas) al construir físicamente un espacio fantástico donde la cocina se funde con los sentidos y las experiencias.
Reinventar el ocio, innovar y unirlo a la gastronomía ¿cómo es posible?
Innovar es transformar lo que uno imagina en realidad y siempre imaginamos un mundo mejor… En la gastronomía tenemos tendencia a crear nuestros propios espacios, experiencias… Transformar lo que uno imagina y focalizarlo desde el mundo del ocio; como un Eurodisney, un mundo creado a medida.
Buen ejemplo.
No podemos compararnos, pero creamos un mundo donde importa el continente y el contenido; todo lo que elaboramos para que la gente disfrute.
Y en su caso…
Empezamos en 2005 a trabajar con un restaurante. Era para trabajar, pero la vida nos lleva a buscar nuevas vías porque en los tiempos que corren, no solo en la gastronomía, debemos de reinventarnos y adecuarnos al cliente. Ahí empezamos a inventarnos ese mundo. Pensamos en lo que teníamos y en cuál sería el espacio perfecto.
Y lo hicieron.
Hemos democratizado la gastronomía. Es dinámica y para todos los públicos. Pero no es un restaurante donde uno venga a comer y se marche. Es un lugar donde uno puede vivir una experiencia. El mundo ese propio que creamos tiene una importancia total y es espejo del trabajo de nuestros productores más cercanos.
¿Y sobre la mesa?
Todo es un espacio donde puedes vivir una experiencia distinta. Puede ser más o menos gustosa, pero es un espacio único porque tiene que ser disfrutado aquí y ahora, desde que entras hasta que sales. Siempre buscamos transmitir una experiencia placentera, y nosotros lo entendemos en mostrar el carácter local.
Incluso sirve para olvidarnos de los problemas…
Alrededor de una mesa suceden las cosas más importantes. Siempre es placentero sentarse a una mesa y poder conversar, disfrutar. Al final se ponen ahí todos los sentidos, incluso el intelectual [bromea].
Ahí es nada…
La gastronomía es un lenguaje universal. Dice quiénes somos, dónde vivimos… Y tratamos de transmitir todo eso en nuestro trabajo.