El Correo 04/05/2012: "Bilbao reivindica la cocina de las abuelas"

El Ayuntamiento de Bilbao junto con Slow Food Bilbao-Bizkaia estrena mañana celebración. Será la primera edición del ‘Amamaren Eguna’, con el que se pretende homenajear a las abuelas. A pesar de carecer de arraigo en el calendario festivo local, se conmemora con diferentes nombres en países de Europa y América. La villa se sumará a esta costumbre, aportándole un toque particular. El conocimiento gastronómico que los mayores legan a las nuevas generaciones centrará una jornada que se desarrollará en los mercados de La Ribera y Otxarkoaga. Será un día para reivindicar la cocina tradicional. La Asociación Slow Food Bilbao-Bizkaia contribuirá a la organización del evento poniendo en alza la propuesta de una corriente defensora de los alimentos de calidad «buenos, limpios y justos», en lugar de la comida rápida, que «hipoteca» la cultura gastronómica. Por ello, se convoca a los nietos a participar en la confección de las recetas. El presidente del colectivo, Javier Bicarregui, asegura que será una «versión formal» de las «reuniones de domingo» en las que se consumen los platos preparados por las abuelas. Ubicada con acierto en la antesala del ‘Día de la Madre’, la jornada destacará el papel de las plazas de abastos, donde, según sostuvo Mariano Gómez, edil de Salud y Consumo, se ofrece género local «de calidad», otorgándoles, a su juicio, un valor añadido en época de crisis. La fiesta adoptará el formato de certamen con la entrega de un vale de 300 euros a la receta ganadora. La única condición para inscribirse es la adquisición de un producto en alguno de los dos mercados, que también sortearán sendos cheques de 100 euros canjeables en sus dependencias. Recuerdos en blanco y negro No se desveló la clave para la obtención del premio, pero sí un secreto para conquistar los exigentes paladares del jurado: la originalidad de la composición, con base en el recetario bilbaíno. Los trabajos se recopilarán en una memoria culinaria puesta a disposición de los clientes antes de verano. Su propósito, conservar la sabiduría de una dieta «sana y equilibrada, evitando que caiga en el olvido». Pili Casado, amama de 80 años, participó en el acto de presentación dando un repaso a la cronología de la comida tradicional, a la vez que regaló pinceladas de un Bilbao que ya sólo existe en fotografías. Rememoró los barracones de Mazarredo, previos al mercado de Abando, donde, a buen seguro, recurría su madre para diseñar el menú habitual de su marido, navarro, devoto del cardo en salsa y el besugo. A Pili se le derretía la boca al mencionar la purrusalda, aunque guarda más recuerdos de una villa en blanco y negro con sabor a bacalao a la vizcaína. En Navidad, tocaba triturar nueces para preparar la intxaursalsa. En el desayuno, un clásico en desuso: el moroquil. Duro o con leche. Apenas conoció a sus abuelas, pero su madre, «una gran cocinera», le brindó las claves para dominar los platos típicos. Las vainas, el bonito con tomate y las patas de cerdo del día de Santo Tomás conforman un repertorio culminado con merluza, «la debilidad de mi nieto». Y es que, según el concejal de Consumo, el sábado será «una fecha ideal para fardar de abuela».